En el marco de la campaña internacional contra el muro de la ocupación marroquí en el Sáhara Occidental, la Coordinadora Estatal de Asociaciones de Solidaridad con el Sáhara (CEAS-Sáhara) organizó un viaje al muro marroquí en el Sáhara Occidental del 10 al 14 de octubre de 2014, bajo el lema: “¡ABAJO EL MURO DE LA VERGÜENZA!

Durante el viaje, los participantes celebraron una serie de reuniones con organizaciones locales que trabajan en el campo de la acción contra las minas en los campamentos de refugiados saharauis y los territorios liberados, tales como la Oficina Saharaui de Coordinación de Acciones relativas a las Minas (SMACO), la Asociación Saharaui de Víctimas de Minas (ASAVIM), Campaña Saharaui para la Prohibición de Minas (SCABAM), la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA) y la Plataforma “Gritos contra el Muro Marroquí”.

Las reuniones permitieron a los participantes tener una visión completa del gran trabajo realizado por estas organizaciones en sus respectivos campos de acción, a pesar de las dificultades del exilio y la escasez de recursos. Los participantes también visitaron algunas instalaciones en los campamentos y tuvieron la oportunidad de intercambiar puntos de vista con los residentes en los campamentos con respecto a su situación y los desafíos que a los que se enfrentan en los ámbitos de alimentación, sanidad, educación, etc.

El 12 de octubre, que coincidió con la conmemoración del 39º aniversario de la Unidad Nacional Saharaui, los participantes organizaron una manifestación frente al muro de la ocupación marroquí en el Sáhara Occidental. Las víctimas de minas y ONG saharauis que trabajan en el campo de la acción contra las minas también participaron en la manifestación. La protesta frente al muro marroquí de vergüenza quería llamar la atención de la opinión pública internacional sobre la existencia del muro, que sigue dividiendo al pueblo saharaui y su tierra, matando y mutilando a personas inocentes en ambos lados del muro, a pesar del alto el fuego en vigor desde 1993.

Los participantes también quisieron transmitir a los saharauis tanto en los campamentos de refugiados como en los territorios ocupados que no están solos en su lucha legítima para poner fin a la ocupación ilegal marroquí de su tierra.
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