En su informe (S/2016/355) sobre la situación relativa al Sáhara Occidental, de 19 de abril de 2016, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha subrayado que “Las minas terrestres y otros restos explosivos de guerra siguieron poniendo en peligro la vida de los observadores militares y los equipos logísticos de la MINURSO, así como a las poblaciones locales y nómadas. A fines de marzo de 2016, al este de la berma seguían sin haberse despejado 52 zonas afectadas por municiones en racimo y 42 campos de minas. A pesar de ello, la partida de todo el personal internacional que supervisaba el proyecto de desminado gestionado por el Servicio de Actividades Relativas a las Minas, inscrito en la labor de la MINURSO, dio como resultado la suspensión de todas las actividades de remoción de minas a partir del 20 de marzo. Antes de esto, al este de la berma se habían producido dos accidentes relacionados con minas terrestres y otros restos explosivos de guerra que afectaron a cinco civiles. Al oeste de la berma se produjeron un total de 15 accidentes relacionados con minas terrestres o restos explosivos de guerra, que causaron lesiones a 21 civiles y 8 soldados y la muerte de 2 civiles y 1 soldado” (párr. 39).